Pero nunca encuentro la motivación suficiente como para hacerlo.
Recientemente ambos dones me han sido concedidos por una persona cercana a mi. Escribió un relato, unas pocas lineas. Solo eso basto.
La inspiración me la sucitó el relato en si. He descubierto que la buena literatura y en general, el buen arte, me inspiran. La motivación, eso tan difícil de encontrar, vino por el lado de la envidia. Yo también quiero.
Pero admitamoslo, no tengo ni su talento, ni su inteligencia, ni su imanación.
Podría escribir una historia o tan siquiera un corto y humilde relato? Probablemente no.
Tuve muchos años buenos, en donde mi cabeza proliferaba de ideas literarias.
Ahora mi cerebro ya esta quemado. Cree que lo ha visto todo y que nada nuevo puede sorprenderle porque todo esta hecho. Cree que no puede crear nada nuevo porque lo digno de ser leído ya se ha escrito. Así que simplemente se conforma con lo mundano del día a día.
El lado creativo ha muerto, aplastado por el peso del conocimiento.
Lo que si podría escribir es una larga disertación acerca de porque debería reducirse el sueldo de los empleados publicos o reformar el sistema laboral del país o sobre la necesaria reforma del Tribunal Constitucional.
Estoy muerta por dentro. Me han drenado la vida. Ya no soy capaz de generar nada creativo o concerniente a alguna de las artes. Soy una mas del montón.
Por eso me inspiran las buenas obras de arte, porque me recuerdan lo que solía tener pero que se extinguió con el paso del tiempo.
Por el contrario, esta persona cercana a mi lo tiene todo. Es un ser perfectamente dicotómico.
Por suerte aun conservo la capacidad de sentir (no se por cuanto tiempo), y he perfeccionado el arte de relacionar conceptos. Robert Smith captó a la perfección como me siento hoy:
"why can't I be you?"
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